Los niños pueden necesitar del uso de una prótesis ocular. Las causas más habituales son microftalmia, anoftalmia, retinoblastoma y accidentes.
La primer experiencia del niño con su prótesis ocular es muy importante desde el punto de vista psicológico y fisiológico, por eso dedicamos todo el esfuerzo necesario para que cada niño, y sus padres, se sientan cómodos y seguros durante el proceso de adaptación.
Gracias a las técnicas y materiales que utilizamos en nuestro laboratorio los niños pueden usar su prótesis sin necesidad de remover por el lapso de un mes. Esto es muy importante en la rápida adaptación y acostumbramiento del niño y la familia.
Recomendamos realizar controles periódicos al menos cada cuatro meses ya que es esperable que las prótesis deban ser agrandadas dentro del primer año, debido al rápido crecimiento de la orbita.
Entre las edades de dos a cinco años es recomendable el cambio de la prótesis anualmente, debo al rápido desarrollo de los tejidos orbitarios; aunque este crecimiento y desarrollo depende de cada niño en particular.
A partir de los seis años de edad este crecimiento se estabiliza y las prótesis tienen una duración mas prolongada.