La microftalmia y la anoftalmia son términos que describen la presencia de un globo ocular de tamaño más pequeño de lo normal, o la ausencia del mismo (anoftalmia).
La anoftalmia y la microftalmia se pueden producir en ambos ojos, en estos casos se la denomina bilateral. La microftalmia (1 en 10.000 nacimientos) es más frecuente que la anoftalmia (1 en 100.000 niños). Puede presentarse con la forma de un globo ocular apenas más pequeño, hasta sólo un vestigio del globo ocular, muy parecido a la anoftalmia. La distinción entre microftalmia extrema y anoftalmia solo puede ser realizada mediante un examen histológico, que indique si existió algún tipo de desarrollo embrionario del globo ocular.
No siempre es posible conocer las causas que provocan esta condición En algunos casos está relacionado a la variación en un cromosoma, en otros a la mutación de un gen. Algunso genes que se conoce que pueden estar involucrados son: SOX2, SIX6 y PAX6.
También pueden influir factores ambientales como la exposición al alcohol y drogas, al thalidomide y la rubeola. Estudios recientes han demostrado que la exposición a ciertos químicos como el fungicida benamyl puede provocar daños en el desarrollo embrionario del ojo. A pesar de los grandes avances de los últimos años, en muchos casos no puede conocerse la causa precisa de la microftalmia y de la anoftalmia.
La microftalmia y la anoftalmia traen aparejado un menor volumen del globo ocular (o la ausencia total del mismo), esto afecta al normal desarrollo y crecimiento óseo de la órbita y de los tejidos adyacentes, y por lo tanto del crecimiento de la cara del bebé. En otras palabras, el globo ocular cumple un rol fundamental en el desarrollo facial del niño ya que cuando un ojo normal crece, la presión sobre los tejidos adyacentes hace expandir la cavidad ósea orbitaria; sin embargo cuando un niño nace con microftalmia o anoftalmia esta expansión no se da completamente en forma natural. Por este motivo se debe seguir un tratamiento que tenga como objetivo suplir la falta de volumen existente para mejorar la simetría facial.
En nuestro laboratorio realizamos la adaptación de conformadores (dispositivos transparentes elaborados a medida), que se van agrandando de acuerdo al crecimiento de la órbita del niño, para luego adaptar una prótesis ocular pintada a mano. Cada conformador es elaborado artesanalmente de acuerdo a las características precisas de la cavidad orbitaria del niño (ver figura 2).
Se recomienda comenzar este tratamiento lo antes posible, pudiéndose comenzar en las primeras semanas de vida. El motivo es que el desarrollo facial es muy rápido en los niños; aproximadamente el noventa por ciento del crecimiento orbital se completa a los cinco años de edad.
En todos los casos trabajamos en forma coordinada junto al médico oftalmólogo del paciente para optimizar el resultado final.
Creemos que cada niño presenta condiciones diferentes que deben ser consideradas en la atención personalizada que brindamos por eso dedicamos todo el tiempo necesario en el proceso de adaptación. Los padres y la familia del niño cumplen un rol muy importante ya que su colaboración será clave para lograr un proceso exitoso.